A través de una entrada de SPLOID firmada por Omar Kardouid, tenemos noticia del último trabajo de Jaroslav Wieczorkiewicz, conocido por sus fotografías publicitarias promocionando el consumo de leche, una aplicación comercial de un proyecto en el que había vestido modelos desnudas con el impacto de líquidos que congelaba mediante rápidas obturaciones (y que, supongo, tras muchas tomas, editaba digitalmente para seleccionar las formas que mejor y más elegantemente sugiriesen la presencia de vaporosas telas. Es una forma muy particular y efímera de body painting.
La primera vez que el artista aplicó una vuelta más de tuerca a su propio trabajo fue cuando aplicó la misma técnica a reproducir fotografías icónicas de hermosas estrellas, como el mítico levantamiento de falda de Marylin Monroe para promocionar "La Tentación vive arriba" y otras.
El body painting está relacionado sin duda con la moda y el diseño de figurines, usando como soporte un cuerpo que normalmente ejerce un papel de lienzo simultáneo al de foco de atención escópica por motivos sexuales. Esto convierte al body painting en una variedad de arte erótico al servicio de la fotografía que lo prolonga en el tiempo. Su potencia visual radica en el hecho de que tapa la visión directa del cuerpo sin lograr entrar en la categoría de cobertura opaca del mismo. Comparte con la ropa (tela, tejidos, pieles, etc.) la capacidad disruptiva del cuerpo mediante áreas alternativas de color, porque se trata de los mismos pigmentos que pueden diferenciar una prenda de otra, pero algo se resiste a aque sean aceptados como una auténtica capa ocultadora: el cuerpo desnudo sigue ahí complejamente disimulado ante la vista y apenas al tacto. Escultóricamente sigue siendo un desnudo.
La anatomía y el aspecto físico que un ser vivo ofrece escópicamente a los demás, su animalidad, adquiere diferentes connotaciones en los diferentes contextos de observación, pero todos ellos van implícitos en la apreciación del posible atractivo sexual dentro de cada especie concreta, servido a base de superestímulos condicionados por las necesidades y potencialidades físicas de cada especie concreta. La exageración visual de dichas características, el recurso al superestímulo, hace que ciertas partes de la anatomía humana sean aumentadas o potenciadas en la imagen de los héroes de la mitología clásica, cuyas manifestaciones clásicas así hacían constar, dando pie a la imaginería heróica desnuda que recogería el testigo del arte romano a partir de la escultura griega. El canon de belleza, de animalidad humana ideal, sería recogido por artistas plásticos a lo largo de la historia hasta llegar a la particular revisión del asunto por parte de los dibujantes de cómics de superhéroes.
Como ya hemos dedicado entradas anteriores específicas a este asunto, no le daremos muchas vueltas, pero hagamos constar que el superhéroe recoge un ideal de bellza que aúna potencialidad física con potencialidad moral y, por supuesto, atractivo sexual, especialmente, cosa que requeriría un estudio en profundidad, en lo referente a las superheroínas femeninas. Además de esto, podríamos decir que cada uniforme de superhéroe busca una identificación icónica asociable a la identificación visual de los rasgos físicos que definen a las diferentes especies animales, particularmente aquellas que denotan sus capacidades armamentísticas o motrices más evidentes y destacables. Los espíritus totémicos de los animales vuelven a ser pintados sobre la desnudez del héroe clásico recurriendo a los diseños gráficos de los colores primarios impresos en las primeras páginas de cómics de superhéroes, quienes, de hecho, en muchas ocasiones modernizaban divinidades clásicas (Flash a Mercurio, por ejemplo) o reivindicaban el poder del murciélago (Batman, Daredevil), de la araña (Spiderman, Spiderwoman, Black Widow, Spidergirl) o de tantos otros animales.
Flash en versión de Luis Barrera para el proyecto "No somos superhéroes" coordinado por Mafa Alborés en la EASD Serra i Abella |
Desde este punto de vista, el superhéroe es una buena excusa para mostrar cuerpos desnudos con la excusa de un ropaje extremadamente ceñido (supuestamente) que en el dibujo a menudo apenas oblitera los atributos sexuales del superhéroe o la superheroína. Bajo esta premisa, y recurriendo a la edición digital de color, mis alumnos de fotografía llevan unos años desarrollando y ampliando un proyecto fotográfico de arte conceptual que reproduce la presencia de superhéroes de Marvel y DC mediante la fotografía de estudio de cuerpos desnudos. Uno de estos proyectos cobró entidad propia a manos de Rubén Madrid (Hydrico) que convirtió un reportaje sobre cosplayers en un viaje a diferentes ficciones distópicas.
Llegados a este punto, entenderéis que la recreación de superheroínas ataviadas por líquidos pigmentados de Wierczorkiewicz tenga un lugar obligado en nuestro blog.
Famous superheroines wearing suits made of liquid paint look really cool
London-based photographer Jaroslav Wieczorkiewicz created this badass 2015 calendar featuring pictures of beautiful superheroines wearing impossible liquid suits, including Captain Marvel, She-Hulk, or Catwoman. [NSFW-ish]
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Jaroslav Wieczorkiewicz is a London-based photographer shooting under the name Aurum Light Studio.
This is part of a series in which we are featuring futuristic, striking, and just beautiful photography. If you are a photographer with awesome work, please drop me a line here.
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