Concept Art de Sofía Medina para Romeo, el lobo negro documentado por Nick Jans.
Como anticipábamos en nuestra anterior entrada, el presente artículo está dedicado al trabajo gráfico de Sofía Medina inspirado por el libro "Lobo Negro" de Nick Jans.
Sofía Medina, una notable artista en ciernes, es una joven estudiante de bachillerato artístico interesada en continuar inmersa en ciclos artísticos de grado superior o probar con estudios de grado en Bellas Artes.
Por el momento se ha visto atraída por el campo profesional del concept art, lo que conocemos como arte conceptual o arte referencial para producciones audiovisuales.
De hecho, al tener que plantearse el obligado trabajo de investigación del programa de estudios de bachillerato, ha aprovechado para profundizar un poco en diferentes aspectos del arte conceptual, como ámbitos de aplicación, estilos, o referentes históricamente relevantes que constituyen el grueso de su trabajo, pero que no vamos a mostrar aquí porque nos parece más interesante, como es habitual y casi imperativo en el ámbito de las enseñanzas artísticas, el desarrollo práctico de dichos contenidos en una propuesta personal, cuanto más en el caso de una calidad gráfica tan solvente como es el caso de Sofía.
Como ya hemos comentado con anterioridad, el libro y reportaje fotográfico de Nick Jans recoge el caso de el lobo Romeo, un animal salvaje que mantuvo amistoso contacto con habitantes humanos de una pequeña población de Alaska, y como es lógico, Medina se nutre principalmente de las imágenes fotográficas de Jans como fuente de inspiración, aunque sabe distanciarse y aprovecharse de sus propias evocaciones de la atmósfera que intuye se respira en los salvajes paisajes árticos en los que transcurren los hechos.
A nuestro juicio, son los estudios de ambientación y estilización del paisaje y la luz ambiental lo que otorga más poder al trabajo de Medina, en el que podemos apreciar un tránsito entre un cierto realismo naturalista hacia una estilización gráfica que señala a referentes concretos del mundo de la animación, con influencias de las producciones de Disney, DreamWorks o Pixar no exentas de evocaciones del anime japonés y de la visión del mundo natural de los estudios Gibli.
Así, si en sus primeros bocetos se limita a tratar las imágenes originales para darles un aspecto más pictórico aplicando los colores ambientales que ha decidido emplear para su versión de la historia, poco a poco veremos cómo se decanta por figuras mucho más estilizadas aunque no abandone el realismo que quiere transmitir, pero sin renunciar a las posibilidades gráficas que le ofrece un estilo más libre y personal, más digno de una ilustración literaria que prefiere expresarse a grandes rasgos para dejar los detalles más precisos al texto.
Además, no olvidemos que Sofía Medina es plenamente consciente de no estar elaborando las ilustraciones de una edición alternativa del libro, sino marcando un estilo, ofreciendo una visión ambiental de los hechos que pueda ser tenida en cuenta por los realizadores de una película con personajes reales o animada con recursos digitales.
Tal vez por darle unidad y personalidad propia a la historia de Romeo, Medina opta por centrar su atención en la figura del lobo sugiriendo que sea contada desde su punto de vista como contrapunto al del narrador Jans, a fin de cuentas un mero observador de los hechos, trazado, como casi todos los personajes humanos, de forma esquemática e intencionadamente plana, a excepción, tal vez, del cazador Park Mayers, quien acabó con la vida del protagonista. Esto lo convierte en el hilo de esta historia, sin ningún lugar a dudas, en villano malvado que de forma desdichada cobra importancia y protagonismo en el devenir de los acontecimientos, aunque Romeo sea una de tantas víctimas de su afición, tal vez la única que se ha ganado un nombre propio, pero que pone el foco sobre el derecho a la vida de cualquier pieza anónima de caza.
De este modo, la artista añade, por tanto, un posicionamiento moral ante el abuso de los recursos naturales y de los animales salvajes víctimas de las actividades cinegéticas meramente deportivas.
No olvidemos que Jans aprende a cazar con los Inuit, pero siente remordimientos por practicar la caza de supervivencia de modo impostado, ya que sabe que él mismo podría prescindir de la caza para su propia supervivencia, mientras que la de los inuit se ha basado en dichas actividades cinegéticas.
No censura los métodos inuit, pero prefiere usar lo aprendido en la captura fotográfica, a la manera en que George Shiras inició la historia de la fotografía naturalista. Mientras que Park Mayers, como intruso blanco, practica una caza deportiva que no se basa en la supervivencia, sino en la confirmación de la supremacía del hombre blanco sobre la naturaleza y en alimentar la autoestima desde la cómoda distancia que aportan las armas de fuego.
He de decir que tras tantos años como profesor y tutor de ciclos formativos de grado superior, me había habituado a tutorar proyectos finales a los que los alumnos dedicaban al menos un año de dedicación después de dos de intenso desarrollo teórico práctico de los contenidos de sus respectivos ciclos. El nivel solía ser alto y en no pocos casos sorprendente. Pero eso ocurría en vigencia de la LOGSE, y al entrar la aplicación de la LOE, los tutores de ciclos de grado superior hemos visto como, al convertir el proyecto final en un proyecto integrado al segundo curso, como un trabajo más del módulo de proyectos, la calidad final de estos trabajos ha experimentado un notable detrimento. A menudo comprobamos cómo la falta de tiempo para su ejecución, y la falta de madurez técnica y teórica de los alumnos nos priva del disfrute de tan prometedores y rotundos proyectos finales de antaño. Además, en mi caso, vinculado durante doce años a los proyectos fotográficos y al margen de las particularidades del bachillerato artístico, me había desacostumbrado todavía más al progresivo descenso del nivel de exigencia al que mis compañeros se habían acostumbrado. Por circunstancias que no vienen al caso, este año me he visto inmerso en el ciclo de grado superior de cómic, retornando así a mi ancestral vínculo con la ilustración y la narración gráfica en una escuela que además imparte bachilleratos artísticos y, por casualidad, un compañero inmerso en este nivel de enseñanza, me sugirió dirigir tutorialmente el trabajo de Sofía por sus características específicas, haciéndome notar la excepcionalidad del nivel adquirido por la alumna, cosa que tuve la satisfacción de comprobar durante todo el seguimiento de su trabajo, que ha constituido un auténtico placer, además de la grata sorpresa de comprobar que el ámbito temático de su investigación se avenía hasta tal extremos con mis propios intereses y los contenidos habituales de El Animal Invisible. Es por ello que me ha parecido tan oportuno cerrar el año con la referencia al trabajo documental de Nick Jans y abrir el 2018 con una muestra de la interpretación artística de relato por parte de Sofía Medina, con cuyas muestras os dejo a continuación para que disfrutéis tanto como yo mismo he disfrutado.
Mafa Alborés
(RESUMEN
Durante muchos años, Nick Jans había llevado una vida de aventurero y cazador acompañado de los Inuit, pequeños pueblos nómadas que viajaban por zonas árticas donde la naturaleza es siempre extrema y letal. A pesar de haber aprendido mucho sobre esta forma de vida tan dura, comenzó a replantearse su manera de sobrevivir, la cual se basaba en cazar lo que amaba: los animales.
Abandonando la profesión de cazador, cambió el rifle por la cámara fotográfica y mudarse con su mujer a las afueras de Juneau, capital de Alaska.
Después de haberse pasado tanto tiempo rodeado por animales salvajes, especialmente por lobos, nunca habría pensado que mientras estuviera paseando sus perros se encontraría cara cara con el lobo negro que le cambiaría la vida para siempre.
Esta es la historia que relata una nueva manera de interacción pacífica entre un carnívoro salvaje, los seres humanos y los animales domésticos.traducción:
"ÉRAMOS TRES ESPECIES TRABAJANDO PARA CONVIVIR armoniosamente.
Y LO HICIMOS. "
Como se explica el comportamiento del lobo Romeo?
Puede que fuese más perro que lobo?
Claramente, los perros provienen de los lobos, específicamente comparten un 99.98% de genética y este 0.02 por ciento ha resultado ser una diferencia muy grande. Sin embargo, en Nick asegura que en Romeo era un lobo salvaje puro, ya que si hubiera sido domesticado como algunos pueden llegar a pensar, sólo habría buscado comida. El lobo Romeo acercaba a la gente sólo cuando él quería y se iba de cacería durante semanas, su estilo de vida demostraba claramente que siempre había estado en libertad.
Los lobos socialmente tolerantes con los humanos han aparecido muchos vez durante la historia, pero la pregunta es dónde y cómo? Una de las teorías que responde a este enigma sugiere que tuvieron momentos de domesticación basados en un interés común de las dos partes: la necesidad de comer en situaciones extremas. En conclusión, el caso del lobo Romeo no es el primero con estas características que en el pasado ya hubo lobos que acercarse a nosotros y la cooperación entre las dos especies se produjo de forma natural.
Como los seres humanos, los lobos son depredadores, aún así, en Romeo enseñó una cara diferente de su especie, demostrando así la posible convivencia pacífica durante un cierto tiempo entre las tres especies: lobos, perros y humanos.
Otra forma de explicar este encuentro entre especies altamente sociables es la necesidad de Comanys. Puede ser este lobo empezó su vida en solitario después de abandonar su manada y decidió acercarse a aquellos más semejantes a él: los perros.)
Como anticipábamos en nuestra anterior entrada, el presente artículo está dedicado al trabajo gráfico de Sofía Medina inspirado por el libro "Lobo Negro" de Nick Jans.
Sofía Medina, una notable artista en ciernes, es una joven estudiante de bachillerato artístico interesada en continuar inmersa en ciclos artísticos de grado superior o probar con estudios de grado en Bellas Artes.
Por el momento se ha visto atraída por el campo profesional del concept art, lo que conocemos como arte conceptual o arte referencial para producciones audiovisuales.
De hecho, al tener que plantearse el obligado trabajo de investigación del programa de estudios de bachillerato, ha aprovechado para profundizar un poco en diferentes aspectos del arte conceptual, como ámbitos de aplicación, estilos, o referentes históricamente relevantes que constituyen el grueso de su trabajo, pero que no vamos a mostrar aquí porque nos parece más interesante, como es habitual y casi imperativo en el ámbito de las enseñanzas artísticas, el desarrollo práctico de dichos contenidos en una propuesta personal, cuanto más en el caso de una calidad gráfica tan solvente como es el caso de Sofía.
Como ya hemos comentado con anterioridad, el libro y reportaje fotográfico de Nick Jans recoge el caso de el lobo Romeo, un animal salvaje que mantuvo amistoso contacto con habitantes humanos de una pequeña población de Alaska, y como es lógico, Medina se nutre principalmente de las imágenes fotográficas de Jans como fuente de inspiración, aunque sabe distanciarse y aprovecharse de sus propias evocaciones de la atmósfera que intuye se respira en los salvajes paisajes árticos en los que transcurren los hechos.
A nuestro juicio, son los estudios de ambientación y estilización del paisaje y la luz ambiental lo que otorga más poder al trabajo de Medina, en el que podemos apreciar un tránsito entre un cierto realismo naturalista hacia una estilización gráfica que señala a referentes concretos del mundo de la animación, con influencias de las producciones de Disney, DreamWorks o Pixar no exentas de evocaciones del anime japonés y de la visión del mundo natural de los estudios Gibli.
Así, si en sus primeros bocetos se limita a tratar las imágenes originales para darles un aspecto más pictórico aplicando los colores ambientales que ha decidido emplear para su versión de la historia, poco a poco veremos cómo se decanta por figuras mucho más estilizadas aunque no abandone el realismo que quiere transmitir, pero sin renunciar a las posibilidades gráficas que le ofrece un estilo más libre y personal, más digno de una ilustración literaria que prefiere expresarse a grandes rasgos para dejar los detalles más precisos al texto.
Además, no olvidemos que Sofía Medina es plenamente consciente de no estar elaborando las ilustraciones de una edición alternativa del libro, sino marcando un estilo, ofreciendo una visión ambiental de los hechos que pueda ser tenida en cuenta por los realizadores de una película con personajes reales o animada con recursos digitales.
Tal vez por darle unidad y personalidad propia a la historia de Romeo, Medina opta por centrar su atención en la figura del lobo sugiriendo que sea contada desde su punto de vista como contrapunto al del narrador Jans, a fin de cuentas un mero observador de los hechos, trazado, como casi todos los personajes humanos, de forma esquemática e intencionadamente plana, a excepción, tal vez, del cazador Park Mayers, quien acabó con la vida del protagonista. Esto lo convierte en el hilo de esta historia, sin ningún lugar a dudas, en villano malvado que de forma desdichada cobra importancia y protagonismo en el devenir de los acontecimientos, aunque Romeo sea una de tantas víctimas de su afición, tal vez la única que se ha ganado un nombre propio, pero que pone el foco sobre el derecho a la vida de cualquier pieza anónima de caza.
De este modo, la artista añade, por tanto, un posicionamiento moral ante el abuso de los recursos naturales y de los animales salvajes víctimas de las actividades cinegéticas meramente deportivas.
No olvidemos que Jans aprende a cazar con los Inuit, pero siente remordimientos por practicar la caza de supervivencia de modo impostado, ya que sabe que él mismo podría prescindir de la caza para su propia supervivencia, mientras que la de los inuit se ha basado en dichas actividades cinegéticas.
No censura los métodos inuit, pero prefiere usar lo aprendido en la captura fotográfica, a la manera en que George Shiras inició la historia de la fotografía naturalista. Mientras que Park Mayers, como intruso blanco, practica una caza deportiva que no se basa en la supervivencia, sino en la confirmación de la supremacía del hombre blanco sobre la naturaleza y en alimentar la autoestima desde la cómoda distancia que aportan las armas de fuego.
He de decir que tras tantos años como profesor y tutor de ciclos formativos de grado superior, me había habituado a tutorar proyectos finales a los que los alumnos dedicaban al menos un año de dedicación después de dos de intenso desarrollo teórico práctico de los contenidos de sus respectivos ciclos. El nivel solía ser alto y en no pocos casos sorprendente. Pero eso ocurría en vigencia de la LOGSE, y al entrar la aplicación de la LOE, los tutores de ciclos de grado superior hemos visto como, al convertir el proyecto final en un proyecto integrado al segundo curso, como un trabajo más del módulo de proyectos, la calidad final de estos trabajos ha experimentado un notable detrimento. A menudo comprobamos cómo la falta de tiempo para su ejecución, y la falta de madurez técnica y teórica de los alumnos nos priva del disfrute de tan prometedores y rotundos proyectos finales de antaño. Además, en mi caso, vinculado durante doce años a los proyectos fotográficos y al margen de las particularidades del bachillerato artístico, me había desacostumbrado todavía más al progresivo descenso del nivel de exigencia al que mis compañeros se habían acostumbrado. Por circunstancias que no vienen al caso, este año me he visto inmerso en el ciclo de grado superior de cómic, retornando así a mi ancestral vínculo con la ilustración y la narración gráfica en una escuela que además imparte bachilleratos artísticos y, por casualidad, un compañero inmerso en este nivel de enseñanza, me sugirió dirigir tutorialmente el trabajo de Sofía por sus características específicas, haciéndome notar la excepcionalidad del nivel adquirido por la alumna, cosa que tuve la satisfacción de comprobar durante todo el seguimiento de su trabajo, que ha constituido un auténtico placer, además de la grata sorpresa de comprobar que el ámbito temático de su investigación se avenía hasta tal extremos con mis propios intereses y los contenidos habituales de El Animal Invisible. Es por ello que me ha parecido tan oportuno cerrar el año con la referencia al trabajo documental de Nick Jans y abrir el 2018 con una muestra de la interpretación artística de relato por parte de Sofía Medina, con cuyas muestras os dejo a continuación para que disfrutéis tanto como yo mismo he disfrutado.
Mafa Alborés
Concept Art de Sofía Medina para "El lobo negro", de Nick Jans:
“Lobo negro” escrit per Nick Jans
RESUM
Durant molts anys, en Nick Jans havia portat una vida d’aventurer i caçador acompanyat dels Inuit, petits pobles nòmades que viatjaven per zones àrtiques on la naturalesa és sempre extrema i letal. Malgrat haver après molt sobre aquesta forma de vida tan dura, va començar a replantejar-se la seva manera de sobreviure, la qual es basava en caçar allò que estimava: els animals.
Abandonant la professió de caçador, va canviar el rifle per la càmera fotogràfica i va mudar-se amb la seva dona a les afores de Juneau, capital d’Alaska.
Desprès d’haver-se passat tant de temps rodejat per animals salvatges, especialment per llops, mai s’hauria pensat que mentre estigués passejant els seus gossos es trobaria cara cara amb el llop negre que li canviaria la vida per sempre.
Aquesta és la història que relata una nova manera d’interacció pacífica entre un carnívor salvatge, els éssers humans i els animals domèstics.
Traducció:
“ÉREM TRES ESPÈCIES TREBALLANT PER CONVIURE HARMONIOSAMENT.
I HO VAM FER.”
Com s’explica el comportament del llop Romeu?
Pot ser que sigués més gos que llop?
Clarament, els gossos provenen dels llops, específicament comparteixen un 99.98% de genètica i aquest 0.02 per cent ha resultat ser una diferència molt gran. Tot i això, en Nick assegura que en Romeu era un llop salvatge pur, ja que si hagués estat domesticat com alguns poden arribar a pensar, només hauria buscat menjar. El llop Romeu s’apropava a la gent només quan ell volia i marxava de cacera durant setmanes, el seu estil de vida demostrava clarament que sempre havia estat en llibertat.
Els llops socialment tolerants amb els humans han aparegut molts cop durant la història, però la pregunta és on i com? Una de les teories que respon a aquest enigma suggereix que van haver moments de domesticació basats en un interès comú de les dues parts: la necessitat de menjar en situacions extremes. En conclusió, el cas del llop Romeu no és el primer amb aquestes característiques perquè en el passat ja van haver-hi llops que van apropar-se a nosaltres i la cooperació entre les dues espècies es va produir de forma natural.
Com els éssers humans, els llops són depredadors, tot i així, en Romeu va ensenyar una cara diferent de la seva espècie, demostrant així la possible convivència pacífica durant un cert temps entre les tres espècies: llops, gossos i humans.
Una altra manera d’explicar aquesta trobada entre espècies altament sociables és la necessitat de comanyia. Pot ser aquest llop va començar la seva vida en solitari desprès d’abandonar la seva manada i decidí apropar-se a aquells més semblants a ell: els gossos.
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