FOTOGRAFIAR ANIMALS INVISIBLES: Identificación de rostros y parecido. Las mujeres se acaban convirtiendo en sus madres y otros tópicos perniciosos.

Sara (62) y su hija Clemmie (30)

Me he sentido obligado a dejar un comentario al supuestamente ingenioso artículo de Daily Mail con reportaje gráfico ilustrativo incluido.
Me molestan mucho cierto tipo de tópicos y reiteraciones malintencionadas y perniciosas, como los típicos chistes en que se da por hecho que la suegra (algo de tintes machistas, además) es el enemigo, como si la condición de suegra convirtiese a una persona en algo perverso, malintencionado o sencillamente detestable. Se produce algo similar respecto a los cuñados (aquí nuevamente el machismo se ceba con la parentela, pero si el suegro suele intimidar y la suegra molestar o entrometerse, el cuñado es sencillamente un pesado, y los tópicos acerca de las cuñadas sólo se producen cuando éstas son sexualmente deseables) y en otros ámbitos hay una aversión popular hacia los taxistas, quienes la tienen hacia los motoristas, etcétera, etcétera...

Lo molesto del tono del artículo es que se pretende ser ilustrado por un ingenioso proyecto fotográfico cuando en realidad el texto apenas sirve para remarcar lo único interesante, que son las fotos, o, más exactamente, los fotomontajes a los que las palabras tan sólo aportan parcialidad basada en supuesta "sabiduría" popular -en este caso aquello de que toda mujer acaba por convertirse en una réplica de su madre, como si los hombres (o también las mujeres) no fuesen susceptibles de serlo de sus padres, o (como ellas) de sus madres-. Quien diga que no hay mala leche detrás de este tipo de afirmaciones es víctima del machismo o de la ingenuidad.
El artículo, firmado por Jill Foster, no acredita claramente las fotos que pretendidamente lo justifican, y que son retratos de madres e hijas acompañados de fotomontajes en los que se construye un rostro con las dos mitades alternativas del rostro de ambas, algo que, debido a la misma naturaleza de nuestra percepción y a nuestro modo de analizar los rostros para su reconocimiento (por un lado) o para su clasificación según criterios estéticos (por otro lado), sirve tanto para resaltar sus diferencias como sus coincidencias. La vejez (o sencilamente la madurez, particularmente la femenina) está estigmatizada socioculturalmente, y, aunque el texto nos dice que el parecido genético se acabará evidenciando "para bien o para mal", no parece estar inspirado en la absoluta neutralidad, dado que se está juzgando meramente su aspecto físico, su animalidad, desvinculada en base a otros tópicos de la espiritualidad o la intelectualidad.
Por si fuera poco, esta especie de advertencia o resignación sobre el hecho de que tu mujer acabará por ser como tu suegra, presuponiendo que eso es malo, pretende quedar demostrada por el perfecto ensamblaje de las mitades de sus rostros en un sólo perfectamente armonioso y convincente.

Frauke Theilking: Generation

Ulrich Collette: Genetic Portraits

Aunque creo que ya lo dejamos claro en su día al respecto de la identificación de rostros, la simetría y el parecido, os recuerdo que hay un sinfín de proyectos fotográficos que han indagado en esto o han recurrido a confrontar generaciones o parientes en un retrato a duo, como es el caso de Frauke Theilking, o componiendo rostros con dos mitades alternativas de familiares, como el excelente proyecto de retratos genéticos de Ulrich Collette.

Mary Ellen Mark: Twins

Otros han explotado el extremo de este caso, que es el de los gemelos idénticos, tan afines a las características intrínsecas de la fotografía y del retrato fotográfico, como las famosa gemelas de Diane Arbus, o su foto gemela por Sandro Miller con John Malkovich diferenciándose de sí mismo. Existen infinidad de series fotográficas consagradas a los gemelos idénticos, y en nuestras páginas hemos dedicado comentarios a ejemplos como el de Mary Ellen Mark, entre otros muchos.

François Brunelle

"Identidad", "idéntico" e "identificación" son términos emparentados, y el parentesco ha sido la base de nuestra identidad social.

Los parecidos razonables, sean casuales o genéticos, nos fascinan porque representan la rotura de una norma en la que todos somos únicos e irrepetibles, y constituye la base del interesante y divertido proyecto fotográfico de François Brunelle "I'm not a look-like" en el que consigue hacernos creer en un posible parentesco entre personas que lo parecen sin serlo.

Al final, ni siquiera las gemelas de Arbus se parecen a sí mismas una vez crecidas, pero no se parecen...por igual.

Y esto nos lleva a otros interesantes proyectos que indagan en los parecidos y diferencias entre un rostro y sí mismo, o entre sus dos mitades supuestamente simétricas, en nuestra preferencia por la simetría como base de la belleza estética del rostro, o signo de imperfección, y de la necesidad de vernos atraídos simultáneamente por la rotura de dicha simetría para aportar carisma y personalidad a un rostro ganando atractivo en base a renunciar a la absoluta simetría (una forma de analogía, de igualdad o identidad) aunque, no nos engañemos, precisamente porque las pequeñas roturas de la simetría no hacen sino realzarla a nuestra percepción ansiosa de contrastes a la vez que habituada a expectativas basadas en estereotipos culturales.

Esther Honig

Sacha Goldberger

En ello indagaba el proyecto de Esther Honig al colgar en la red un retrato suyo invitando a personas de todas partes y culturas del mundo a embellecerla con Photoshop para insinuar un leve apunte de los múltiples criterios de belleza canónica, pero también hemos repasado proyectos fotográficos basados en observar los cambios de un mismo rostro por determinadas acciones entre relativamente breves lapsos de tiempo, como los corredores de Sacha Goldberger.

Anna Pagés

Ejemplos como los mencionados han sido imitados o versioneados hasta la saciedad, así que ni siquiera la originalidad de la propuesta es excusa para insistir en un tópico estúpido y sexualmente discriminatorio.

Xenia Lau

Las fotos y fotomontajes mostrados son correctos, pero lo interesante es común a tantos otros que lo han practicado, entre ellos antiguos alumnos míos como Anna Pagés emulando a Collette o Xenia Lau emulando a Christian Girotto,

Chirstian Girotto

un fotógrafo profesionalmente muy solvente pero sin nada más a destacar a excepción de sus retratos editados infantilizando las proporciones de los adultos fotografiados.

Ken Kitano

Si tuviésemos que destacar un proyecto definitivo sobre las coincidencias y parecidos de los rasgos de los rostros sería el de Ken Kitano y su superposición de rostros de diferentes personas pertenecientes a determinadas categorías de población (por edad, sexo, clase social, profesión...) y que acaban por sugerirnos que detrás de todos los rostros posibles prevalece un modelo o denominador común, un espíritu de cada categoría que tiene rostro, un rostro al que todos los miembros de dicha categoría se parecen.

No en vano sus retratos múltiples nos recuerdan a la presencia de espíritus, de fantasmas, y lo que vemos en ellos como reconocible es lo que da título a su serie: "Nuestro rostro"