De las llamativas modalidades de retratos fotográficos antiguos, todos recordamos los de ojos cerrados debido a las largas exposiciones, los retratos post mortem, especialmente de niños, y los fotomontajes con seres queridos desaparecidos (anecdóticamente tienen su peso narrativo en películas como "fotografiando hadas", de Nick Willing, o "los otros", de A. amenábar. Sin embargo, en muchos retratos infantiles, la madre estaba presente en la toma y ausente en la imagen, para dirigir la pose del retoño durante una exposición larga. En esta página encontraréis ejemplos curiosos de esta costumbre.
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