En cuanto pueda disponer de ella, cargaré la imagen original para que podáis comprobar el desarrollo de este curioso ejercicio, que se ha ejecutado más allá de las premisas establecidas en las bases de la actividad, pero que da como resultado una imagen muy interesante e impactante. En este caso no se ha aplicado una textura de piel envejecida al rostro original, sino que se ha creado un personaje combinando elementos de los dos rostros referenciales, aproximándose a técnicas propias de la fotografía forense para generar retratos robot, en este caso generando una cara inexistente, un personaje posible a partir de la combinatoria de rasgos de otros dos.
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