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jueves, 28 de abril de 2011

Parejas estereoscópicas. Anaglifo. Fotografía en 3D (por Sonia Trenado)

Si intentáis desenfocar la vista, como si vuestros ojos miraran algo situado por detrás de esta pantalla, las imágenes que en ella aparecen se os aparecerán dobles (a no ser que carezcáis de visión en uno de vuestros ojos). Si miráis a la pareja de imágenes de arriba relajando los músculos que controlan el enfoque de vuestros ojos (variando la longitud focal de vuestros globos oculares), comprobaréis que también tienden a poner sus respectivos ejes ópticos en paralelo, y donde hay dos fotos veréis cuatro, pues se superponen descentradas, como "fuera de registro", las imágenes correspondientes a nuestros ojos izquierdo y derecho. Mirad los puntos en la parte superior de cada imagen. También ambos se "convierten" en cuatro. Si aprendéis a controlar la separación entre las imágenes izquierda y derecha veréis que cada punto se desdobla en dos.
Pues bien: separadlos hasta que el punto más a la derecha del punto de la izquierda se superponga al punto más a la izquierda correspondiente al punto de la derecha. Ahora ya no veréis cuatro imágenes, sino tres, pues en la central se superponen la que ven ambos ojos, y, como fueron tomadas con una separación análoga a la existente entre nuestras dos cuencas oculares, ofrecen a nuestro cerebro lo que busca para percibir el espacio tridimensional, la triangulación de las distancias a los diferentes planos de enfoque posibles y la percibimos, en consecuencia, como un espacio tridimensional con objetos tridimensionales.
Si no conseguís acostumbraros a este proceso, o carecéis de paciencia para ello, poneos unas gafas de anaglifo, las clásicas 3D de filtro rojo para el ojo izquierdo y azul para el derecho, y mirad a la imagen inferior en grande, y veréis la tridimensionalidad sin esfuerzo (aparte de la extraña sensación de percibir dos mundos cromáticos diferenciados por nuestros respectivos canales visuales).

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